PHENOILS ha conseguido llevar a cabo el testeo de las nuevas metodologías extractivas en almazaras a nivel industrial, con el objetivo de producir aceites de oliva virgen extra con un mayor contenido en polifenoles y, como se vislumbraba en los resultados de la pasada anualidad, un incremento en el rendimiento de la extracción.
En esta última anualidad del proyecto se han conseguido exitosamente probar las tecnologías seleccionadas en las anualidades previas a escalas menores, (Pulsos electromagnéticos, Ultrasonidos y la combinación de ambas), en escala industrial, dentro de la campaña 2022/2023.
A lo largo del mes de noviembre se han llevado a cabo los ensayos en las almazaras: Molino de Quirós (Acesur), Lagar do Faro (Portugal) y Gandolfo srl (Italia), con las variedades arbequina (España), Cobrançosa (Portugal) y Coratina (Italia), respectivamente.
Los primeros resultados obtenidos de las pruebas en esta última anualidad a nivel industrial apuntan a una interesante mejora del incremento del rendimiento industrial de extracción, en consonancia con los resultados obtenidos en campañas anteriores, sin que la aplicación de estos tratamientos físicos mermen en modo alguno las cualidades fisicoquímicas y organolépticas de los aceites de oliva virgen extra obtenidos, por lo que se puede afirmar que las pruebas han concluido con éxito.
Estos positivos resultados iniciales, junto con la información científica obtenida en anualidades anteriores, permitirán obtener al consorcio resultados concluyentes, que permitan determinar la viabilidad técnica y económica de estas nuevas tecnologías para ser incorporadas al proceso de extracción de los aceites de oliva virgen extra como tecnología complementaria a la existente.
PHENOILS es un proyecto financiado por EIT-FOOD (Comunidad Europea de Innovación de Alimentación), liderado por Acesur, y dentro de la compañía aceitera por su departamento de I+D, y constituido en consorcio con el Instituto de la Grasa (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Centro Tecnológico Fraunhofer, la Universidad de Turín y la empresa portuguesa Energy Pulses Systems.